El apagón del 28 de abril paraliza la industria del motor
Redacción SRPERITOS


El gran apagón eléctrico del lunes 28 de abril afectó gravemente al sector automotriz en España, con fábricas detenidas y pérdidas millonarias.
El gran apagón eléctrico que dejó sin suministro a gran parte de España y Portugal el pasado lunes 28 de abril no solo generó caos en hogares y comercios: también impactó de lleno a uno de los sectores industriales más importantes del país, la automoción. Fábricas detenidas, redes de distribución bloqueadas y pérdidas millonarias marcaron una jornada crítica para el motor nacional.
Fábricas automotrices paralizadas por completo
El corte energético obligó a detener de forma inmediata la producción en plantas clave de ensamblaje y componentes, especialmente en comunidades como Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia. El modelo de producción “just-in-time”, altamente dependiente del flujo constante de energía y materiales, colapsó ante la falta de previsión.
Las plantas de SEAT en Martorell, Stellantis en Vigo o Ford en Almussafes experimentaron retrasos en la entrega de vehículos, afectando tanto al mercado nacional como a las exportaciones.
Caos en la distribución y la posventa
Además de las fábricas, talleres, concesionarios y centros logísticos también se vieron afectados. La imposibilidad de operar los sistemas de gestión y cobro obligó a cerrar miles de establecimientos durante varias horas. La patronal del sector calcula pérdidas superiores a los 30 millones de euros en una sola jornada.
Empresarios piden ayudas urgentes al Gobierno
Desde organizaciones como la Confederación de Empresarios de Cuenca se han solicitado ayudas económicas para paliar los daños sufridos por las industrias, en especial la automotriz. El temor a nuevos cortes ha llevado a algunas empresas a acelerar inversiones en sistemas de respaldo energético.
¿Una llamada de atención para el futuro?
El apagón ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar la resiliencia del sistema eléctrico nacional. Expertos advierten que la transición energética hacia renovables, sin inversión en almacenamiento ni mejora en interconexiones, podría aumentar el riesgo de eventos como este.
La industria automotriz necesita contar con planes de contingencia más sólidos, como instalaciones de autoconsumo con baterías, protocolos de emergencia automatizados y flexibilidad logística.