Guerra del coche eléctrico en Europa: Francia y Alemania contra China
editores SRPERITOS


Un conflicto que sacude la industria automotriz europea
La guerra del coche eléctrico en Europa ha dejado de ser un simple debate técnico o comercial: se ha convertido en un conflicto geopolítico y económico con ramificaciones profundas para el futuro del sector automovilístico. Francia y Alemania encabezan la presión ante la Unión Europea para tomar medidas más agresivas contra la oleada de coches eléctricos chinos, que amenazan con inundar el mercado continental con precios imbatibles.
Macron alza la voz: “No queremos una desindustrialización”
Durante una reciente cumbre bilateral en París, el presidente francés Emmanuel Macron pidió abiertamente a la Comisión Europea que investigue y limite el acceso de fabricantes como BYD, NIO o MG (SAIC) al mercado comunitario. Según Macron, la competencia es desleal debido a los subsidios estatales de Pekín y los bajos costes laborales en China.
Alemania, tradicionalmente más cauta por sus lazos industriales con China, ha comenzado a alinearse con Francia, presionada por los malos resultados de Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW en el segmento eléctrico de entrada.
Importaciones en alza: el temor a un nuevo "dumping" industrial
Según datos de ACEA, uno de cada cinco coches eléctricos vendidos en Europa en 2024 será de origen chino. En algunos países como España o Italia, la cuota roza ya el 25% en canales como el renting o flotas corporativas. Las marcas chinas han entrado con fuerza gracias a:
Precios entre un 20 y un 30% más bajos que sus rivales europeos.
Plataformas tecnológicas nativas eléctricas.
Elevada calidad percibida y autonomía competitiva.
Esto ha encendido las alarmas de los fabricantes europeos, que no logran rentabilizar modelos eléctricos por debajo de los 25.000 euros, mientras China ya los comercializa a 19.000 € en puerto europeo.
La UE prepara aranceles y normativas técnicas más estrictas
Bruselas ha iniciado una investigación antidumping que podría traducirse en aranceles provisionales a finales de 2025. Además, se estudian medidas como:
Requisitos de trazabilidad y sostenibilidad para baterías.
Normativas de ciberseguridad aplicables a software embarcado.
Homologaciones más estrictas en pruebas de colisión.
Estas acciones buscan equilibrar el terreno sin bloquear completamente el acceso de vehículos chinos, evitando represalias comerciales.
¿Qué consecuencias puede tener esta guerra eléctrica?
Para los consumidores:
Posible aumento de precios en coches eléctricos asequibles.
Menor diversidad de oferta si se limitan las importaciones.
Para la industria europea:
Necesidad urgente de reestructurar la cadena de valor para reducir costes.
Incentivos para acelerar la producción local de baterías y software.
Para el peritaje y la posventa:
Cambios en la valoración de siniestros por diferencias de precios.
Dificultad para conseguir recambios y piezas de vehículos chinos.
Una oportunidad camuflada: ¿puede Europa reinventarse?
Pese al conflicto, muchos expertos lo ven como una llamada de atención. Europa debe recuperar su capacidad industrial, no solo en montaje, sino en innovación, electrónica, chips y control del ciclo completo del coche eléctrico. Fondos como el PERTE VEC en España son pasos importantes, pero insuficientes sin una estrategia común continental.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Por qué los coches eléctricos chinos son más baratos?
Gracias a economías de escala, apoyo estatal, integración vertical de baterías y menores costes laborales y energéticos.
¿Qué marcas chinas están creciendo más en Europa?
BYD, MG (SAIC), NIO, Xpeng y Aiways lideran el desembarco en el mercado europeo en 2024.
¿Puede Europa prohibir estos coches?
No se prevé una prohibición directa, pero sí aranceles y exigencias técnicas que dificulten su entrada.
¿Qué opinan los fabricantes europeos?
Están preocupados por la competencia y piden apoyo político y económico urgente para ser competitivos en modelos eléctricos asequibles.
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